La industrialización y la urbanización han provocado un cambio en las sociedades de América Latina que se refleja en la concepción de las diferentes edades de la vida. Los significados sociales de ser niño o ser joven evolucionan lenta pero continuamente gracias a fenómenos como la migración, la integración de las mujeres al mercado laboral y la educación que, ayudan al proceso de adaptación de la vida adulta. En este libro se aborda la prolongación de la infancia y el surgimiento de los jóvenes como grupo diferenciado.