'Editado en 1979, hace cuarenta y tres años, El libro de los placeres no ha hecho más que ganar relevancia en un mundo que se hunde cada vez más en la inhumanidad. Nunca ha dejado de participar, aunque sea modestamente, en ese despertar de las conciencias que hoy enciende insurrecciones episódicas, permanentes e insólitas desde Chile a Tailandia. Tales levantamientos ya se han producido en el pasado, pero esta es la primera vez que se reivindica abiertamente la vida vivida con total libertad. Es la primera vez que la resolución del pueblo de organizarse por sí mismo erradica a los dirigentes y delegados no mandatados y se protege así de la intrusión de aparatos políticos de todo tipo que tarde o temprano lo vacían de su sustancia.'