Gregorio Samsa, un agente viajero, único sostén de su familia, después de la muerte del padre, y feliz por ayudar a su hermana a continuar con sus cursos de violín, un día amenacé, después de un sueño tormentoso, convertido en un enorme insecto, pero sin transformársele el alma, llena de bondad. Esta metamorfosis hace que cause repugnancia entre los que le rodean, obligándolo a dormir bajo la cama huyendo de la mirada de su madre, hermana y de todos los que se sienten avergonzados de tener un insecto tan horrendo en casa, que se alimenta de basura, solo una humilde vieja lo cuida y conversa con él hasta su muerte, provocada por su propia madre que lo hiere. En las páginas magistrales de la metamorfosis, a través del protagonista, se revela la tierna y terrible ironía del genial escritor checo. Es la primera obra extensa de Kafka, los acontecimientos ocurren en un ambiente pequeño burgués, entre gente que desea dominar pero a la vez es esclava de las preocupaciones del empleo y la ganancia. Aunque la narración tiene detalles realistas, los acontecimientos están más allá del tiempo y del espacio, pero esto hace que la obra tenga infinidad de interpretaciones simbólicas, dando la posibilidad de múltiples lecturas de texto.
Esta obra tan extrañadamente realista, nos conduce a la incomunicación, a lo subjetivo del propio yo y a una cuestionable soledad familiar (Kafka, se sabe, era un escritor en medio de una familia hostil a toda actividad artística) y laboral, plateando una serie de interrogantes al lector, exponiendo situaciones sin salida y atmosferas opresivas.