El llamado Cristo del Escorial es una obra del escultor y orfebre Benvenuto Cellini realizada en mármol blanco sobre una cruz de mármol negro. Esta imagen fue la inspiración para el comienzo del poema que da título al libro: ochocientos tres versos donde el escritor revela de forma desnuda lo que entiende y siente por Dios Padre, por el Espíritu Santo y, sobre todo, por Cristo.
Los quince sonetos que acompañan a esta confesión de fe se dedican también a la figura de Cristo a través de cuadros y esculturas que han conmovido al poeta.