Con la muerte de Franco en 1975 se inicia una serie de cambios vertiginosos una especie de revoluciónque casi inmediatamente otorgará a la mujer la igualdad jurídica con el hombre. Pero hoy, más de un cuarto de siglo después, la igualdad real dista mucho de alcanzarse, como se ve en el alto porcentaje de mujeres que todavía se dedica en exclusiva a las tareas domésticas, el techo de cristal que frena su ascenso en el mundo profesional y político, y su elevado índice de desempleo. Pero lo peor es que no sólo se ha estancado el proceso de evolución hacia la igualdad, sino que, como se demuestra ampliamente a lo largo del presente volumen, en los últimos años se asiste a una involución en la situación de la mujer. El feminismo ha dejado prácticamente de existir en cuanto discurso y práctica política y la violencia física contra la mujer ha aumentado de manera alarmante. Se multiplican los discursos políticos y culturales que proponen un modelo de mujer que, aun inserta en la esfera pública, añora la privada, mientras redescubre valores tradicionales como el matrimonio, la domesticidad y, sobre todo, la maternidad.