El narrador de Paludes (1895) escribe un libro, titulado Paludes, cuyo héroe, el Títiro de las Bucólicas, vive en una apartada y serena ociosidad. Paludes es el territorio del tiempo perdido, de la inactividad gozosa, pero también del paludismo, de la enfermedad; y su creador se debate, al contrario que su héroe, entre las incitaciones y las paradojas de una vida dirigida a lo imprevisto, o de otra definida por la monotonía y la repetición...
En su adolescencia, el joven Gide, que estaba muy influenciado por las creencias protestantes de su religiosa familia, se enamoró de su prima Madeleine Rondeaux.
André, que era bisexual, tuvo una hija en el año 1923 llamada Catherine con Maria Van Rysselberghe. Este conflicto vital, la exploración de las cuestiones morales, la búsqueda de la propia identidad y la realización personal fueron algunas de las pautas temáticas de sus trabajos, siempre con un carácter autobiográfico.
andre-gide-inmoralistaSu amor por la escritura se fue ensanchando gracias a asistir a salones literarios de gente como Stephane Mallarmé o José María de Heredia, y su expansión sexual se amplió con viajes por África (haciéndose en Argelia buen amigo de Oscar Wilde), en donde su inclinación homosexual no se encontraba tan censurada como en Europa.