Preludio y En la bahÃa, constituyen una de las aproximaciones más desarrolladas de Ketherine Mansfield al género novelÃstico, tanto por su extensión como por el seguimiento, a través de ambas historias, de lÃneas de interés continuas y entrelazadas, sólidamente trabadas por el protagonismo de sus personajes y por la profundidad temática.
Estas dos novelas, destinadas a formar parte de su novela Karori, de la que habla en su diario, pero que no llegó a escribir por su prematura muerte, describen los lugares queridos entre sus personas amadas, sobre todo junto a su hermano Chummie que murió en la guerra. Con un tratamiento literario ligero, tierno y humorÃstico, nos introduce en un mundo patético inciertamente redimido por latir bajo la gloria y la belleza, posibles e irrealizadas, de la plenitud humana. Para la autora, dotada de una sensibilidad extrema, adquieren importancia hechos, escenas y rasgos de la vida cotidiana que pasan inadvertidos por los demás, reflejan un modo de sentir no convencional, sino espontáneo y sincero, escribiendo según le sale del alma.
El conjunto formado por Preludio y En la bahÃa permite una aproximación excepcional a la obra novelÃstica de Mansfield. Por medio de sus personajes vemos que debajo de la placidez cotidiana Bullen, presentes en destellos de la conciencia y de los estados nerviosos, otras vidas y otros mundos en que es posible la satisfacción de los vagos anhelos, en los que se coagula la frustración y el sentimiento trágico de la vaciedad existencial. Por su estilo y temática a menudo se le compara con Chéjov.