La escuela no empieza ni acaba en ella misma. Lo que se vive en casa condiciona de un modo importante la vida escolar de hijas e hijos. La relación padres-hijos, el grado de confianza mutua, el tiempo compartido, la educación en la responsabilidad o el vínculo afectivo que se establece entre padres e hijos influye y mucho en la actitud hacia el estudio.
El autor nos explica cómo organizar la vida en casa, cómo enfocar distintos aspectos de la relación con los hijos e hijas que les ayudarán de forma directa y también indirecta a mejorar el rendimiento escolar.
El libro nace de un estudio realizado con la colaboración de un millar de estudiantes y cerca de un millar de madres y padres de varios centros de Cataluña. Ahora se presentan sus conclusiones de forma clara y comprensible, pero con una fuerza incontestable. Veremos qué podemos hacer, y cómo podemos hacerlo, desde casa para que nuestros hijos e hijas sean más felices y puedan dar lo mejor en sus estudios.
El libro incluye un capítulo dedicado a los hijos: «45 ideas para el estudiante», con orientaciones sobre las técnicas básicas para estudiar mejor.
