Salomé es uno de los mejores textos de Wilde y sin duda el más decadente. Los personajes son símbolos de pasión y morbosidad, y el texto lleno de galas fin de siècle es ambiguo y poético. Salomé está presa de la luna, y la luna es una diosa que puede simbolizar las pasiones ocultas, la ambigüedad, la morbosidad dulce de lo prohibido, el lado femenino de toda realidad.