Hay tres temas importantes en los sonetos de Shakespeare: los primeros 17 buscan convencer a un joven de la nobleza para que se case y tenga herederos; los siguientes 109 narrar las peripecias de una relación amorosa de un hombre, y los últimos 28 nos cuentan un affaire apasionado con una mujer morena (darle lady) que se inserta entre la voz del poeta y el hombre amante, formando un triángulo amoroso.
Los sonetos me han acicateado desde hace casi dos décadas y me lancé como caballo desbocado para recorrer las colinas y los valles de su fantasía, cruzar sus cañadas y galopar por sus_ arenas metafóricas como si fueran un sueño, antes de volar sobre los verdes prados y detenerme frente a la retórica invernal, desnuda, como el paisaje después del paso de la primavera y el tiempo de aguas, para ver, a pesar de la niebla que trata de ocultar los secretos, aquello que puede estar detrás de cada uno de esos sonetos.