Un enfoque que rompe con los estrechos moldes donde la bio/ética se vuelve doctrina religiosa secularizada o una más de las muchas tareas burocráticas que ahogan a la Universidad actual. Se plantea la bio/ética como ejercicio deliberativo, plural, abierto, dispuesto a la rendición de cuentas y al trabajo para tomar decisiones situadas contextualmente ante problemas concretos que afectan a seres sintientes en nuestra casa común ?el planeta Tierra. La Universidad debe ser el lugar natural de florecimiento y expansión de la bio/ética a todos los ámbitos sociales. Es éticamente inaceptable que la Universidad funcione como maquiladora de títulos profesionales justificada sólo en el ascenso social individual, la ganancia macroeconómica o el desarrollo e innovación sin dar tiempo para reflexionar, reconsiderar y proponer corregir las formas nocivas de nuestro habitar hasta en la hora de nuestra muerte.