Es ésta, como dice el prologista de la edición original española, Ricardo Baeza, "La obra más importante que hasta ahora se haya escrito sobre la vida de Wilde", si exceptuamos el In memoriam Oscar Wilde, de Gide, "el más vivo y fidedigno de todos sus retratos literarios", pero también el más malévolo.
Obra fidedigna, y descarnada para la época, lo que le valió al autor un pleito con Lord Alfred Douglas, está escrita, en palabras de Harris, con la intención de transmitir "el cuerpo y el alma de Oscar Wilde en crecimiento y desarrollo desde la cuna a la sepultura".
Los informes y la perspectiva son de primera mano, ya que según afirma el autor en carta privada, refiriéndose a su amistosa relación con el biografiado: "comocí íntimamente a Wilde durante veinte años, desde sus tiempos de estudiante hasta su muerte; le vi, al comienzo, en sus días de lucha, como más tarde, en el ápice del triunfo y el éxito, para caer, por último en abismos del rencor y el desprecio populares".
Impresionante y escandalosa en su época, esta biografía de Wilde aparecida por primera vez en 1914, en edición de autor y tirada limitada, conserva hoy toda su vigencia sin perder un ápice de frescura. Exhaustiva y abrumadora por la cantidad de detalles aportados, resulta sin embargo increíblemente amena, tal vez porque en ella se conjugan de manera inhabitual la sinceridad y el prurito de estilo.