Comunicación no violenta, mindfulness y compasión: prácticas para el desarrollo de una cultura de paz. ¿Cómo reaccionar frente a la terrible dosis de violencia a la que nos enfrentamos día a día como individuos y como sociedad? ¿Cómo estar en paz con nosotros mismos a pesar de los choques, las frustraciones y las fricciones que genera la vida? ¿Y cómo llevar este estado de paz al ámbito de lo colectivo, de lo político? Practicando, responden los autores. La paz, igual que la guerra, es un arte. No cae del cielo, sino que, como el fútbol o las matemáticas, se aprende y se ejercita. Thomas d?Ansembourg y David Van Reybrouck proponen tres herramientas para empezar a practicar: el mindfulness, la comunicación no violenta y la compasión. Ante tantas personas consumidas por el trabajo, la depresión y las adicciones; ante la agresividad, el miedo y todas las formas de violencia, el conocimiento y la pacificación de uno mismo son cuestiones de salud y seguridad públicas.